Roma: La Dolce Vita

Con esto del cónclave cardenalicio no dejo de acordarme de Roma, «la ciudad eterna». Una ciudad-museo, donde en cada esquina descubres una maravilla, donde la gastronomía es una delicia. Una ciudad que los romanos adoran y odian también un poco, por su caos , su tráfico, sus veranos calurosos. Llegar a Roma, ponerte a pasear y descubrir el Coliseo, iluminado en la noche, majestuoso. Y ya sabes que va a merecer la pena.

Piazza del Popolo. Roma.

Me siento en la terraza de un café en la Plaza del Popolo a tomar un rico capuccino. Observo una de las que se considera entre las mejores obras urbanísticas de la ciudad. En el centro de la Plaza el Obelisco Egipcio, del 1200 a. C. Recorro calles con tiendas observando los escaparates. Llego a la Plaza de España ( Piazza di Spagna) , una de las más concurridas, su nombre viene dado por la ubicación de la embajada española ante la Santa Sede en dicha plaza desde el siglo XVII. Las escaleras de la plaza, construidas a principios del siglo XVIII para comunicar la plaza con la Iglesia de Trinità dei Monti, son la zona más especial de la plaza. Un montón de turistas se agolpan en la Fontana della Barcaccia, una de las múltiples obras de Bernini que se encuentran por la ciudad.

Fontana di Trevi: Roma bien vale una moneda!

Llegar a la Fontana de Trevi, entreverla entre ciento cincuenta mil turistas 🙁 y, aún con todo, es maravillosa. No se puede ir a la Fontana y no tirar alguna moneda (según tu deseo). Se dice que la costumbre de lanzar monedas nació con la película «Tres monedas en la fuente» de 1954, y dice lo siguiente:

• Si arrojas una moneda: volverás a Roma.
• Si arrojas dos monedas: encontrarás el amor con una italiana (o italiano).
• Si arrojas tres monedas: te casarás con la persona que conociste.

Para que esto funcione es recomendable lanzar la moneda con la mano derecha sobre el hombro izquierdo. Nosotros siguiendo las instrucciones lanzamos una moneda cada uno (volveremos!! :D).

Como dato curioso, cada año se extraen aproximadamente un millón de euros de la fuente. Desde el año 2007 este dinero se utiliza con fines benéficos.

De todas maneras, yo es ver la fuente y querer ser  Anita Ekberg , refrescarte con esa sensualidad en ese lugar mágico. Dicen que si osas meterte en la fuente, salta un super-sistema de seguridad, que ha saltado cuando personas han querido recrear la escena. Yo soy más de la opinión, que han querido «recaudar» ese dinero que no es suyo…

Y todavía no os hemos hablado del Trasteveré…

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