Parque y estatua de Chao Anouvong, gobernante del Reino de Laos entre 1804 hasta 1829
Nada más llegar a Vientiane, buscar Guesthouse y comer algo no lanzamos rápidamente a la calle a disfrutar de esta pequeña ciudad y de su paseo paralelo al río Mekong.
En este paseo al lado del río Mekong fue la primera vez que vimos gente haciendo deporte al atardecer durante nuestro viaje por el sudeste asiático. Además mucha gente. Al atardecer el paseo de Vientiane comienza a llenarse de gente de todas las edades para correr, patinar, andar en bici, jugar al fútbol o incluso gimnasia por grupos. 🙂
Cómo curiosidad, el río Mekong desde que deja atrás China sirve de frontera entre Tailandia y Laos. Nosotros lo cruzamos en barca al pasar la frontera en el norte por el paso de Chiang Khong (Tailandia) hasta Houai Xai (Laos), por lo que el trozo de tierra que tenéis al otro lado del río es Tailandia.
Más deporte
Por la noche el paseo se anima con muchos grupos haciendo gimnasia
Es un paseo bastante largo, perfecto para disfrutar de los colores del atardecer casi desde cualquier punto. A lo largo del paseo también encontraréis multitud de puestos de comida, un par de parques y un mercadillo nocturno muy interesante.
Lo más divertido es pasear al atardecer y ver como poco a poco va llegando la gente, se pone su chandal y empieza con la gimnasia, gente paseando con los niños, parejas viendo la puesta de sol. También está bien alquilarse una bicicleta y recorrer el paseo de arriba a abajo viendo a los ‘locales’ hacer su vida.
A nosotros el alquiler de la bici nos costaba 10.000 kips por día (1€).
Atardece en Vientiane
Río mekong
Lo mejor es alquilar una bici para disfrutar de la ciudad
Mercado nocturno
Mercado nocturno