Es uno de los atractivos de la ciudad, aunque como todo en Asia, ir a ver a estos delfines casi extintos requiere coger varios medios de transporte y emplear un poco de tiempo.
Durante los días anteriores, a medida que íbamos recorriendo Laos hacia el sur habíamos coincidido varias veces con un chico malasio, Lee, y también habíamos llegado a Kratie en el mismo autobús, así que nada más bajar del bus, habíamos quedado para el día siguiente al lado del río para negociar la excursión los tres, así nos ahorraríamos algo de dinero.
Lo normal es alquilar un tuktuk desde Kratie a la pequeña aldea de Kampi desde donde hay que alquilar una barca que nos da un paseo por el rio Mekong. El barquero ya se conoce la zona, así que simplemente hay que disfrutar del paseo, aunque no se vean delfines merece la pena, y esperar un poco, en algún momento aparecerán.
Los precios pueden variar, pero nosotros conseguimos el tuktuk para los 3 por 10$, el trayecto dura más o menos 1 hora, nos espera mientras vamos a ver los delfines y después nos devuelve a Kratie.
La barca son 7$ por persona, y dura más o menos una media hora. Y os repito, aunque no se consigan ver los delfines, el paseo merece la pena.
Nosotros conseguimos ver unos cuentos, el barquero los localiza y deja el motor apagado para que no se asusten. Es impresionante verlos cerca de la barca -aunque no salten como los de los documentales- y dar vueltas alrededor de los árboles que nacen en el Mekong.
Os dejo un enlace a unas cuantas fotos de los delfines de irrawaddy, para que podáis ver lo especiales que son.