El cementerio de Comillas puede ser una de las visitas obligadas si estas por la zona, con su impresionante aspecto gótico y su «Ángel exterminador» en lo alto hacen de este pequeño camposanto un lugar especial en la villa marinera.
Comillas tiene muchos lugares interesantes y un excelente patrimonio pero sin lugar a dudas un cementerio ubicado en una antigua iglesia gótica del S.XV, que según cuenta la tradición fue abandonada por una disputa en una misa entre varios vecinos y el administrador del Duque del Infantado por unos asientos reservados, y que desemboca en la construcción de otra iglesia en la que no existan privilegios, tiene todos los ingredientes para captar nuestra atención.
La fachada principal fue declarada Bien de interés cultural en 1983.
Una de las imágenes más representativas del cementerio puede ser la escultura del «ángel exterminador» de Josep Llimona en lo alto de uno de los muros de la antigua iglesia fechada entre 1894-95. Es visible desde cualquier punto de Comillas.
Cuando entras en el cementerio, lo primero que te llama la atención es la vista sobre el mar cantábrico, después solo puedes fijarte en cómo se ha ido construyendo el cementerio con sus nichos aprovechando los restos de las fachadas y arcos de la antigua iglesia. Incluso algunas de las ampliaciones posteriores han quedado integradas en los restos de la iglesia.
Y ya que estamos en Comillas hay que aprovechar para dar un paseo por la playa, visitar el pequeño puerto pesquero y tomar unas buenas rabas disfrutando de las vistas.