El paseo por el muro de Berlín (East Side Gallery), el trozo de muro más largo (1,3 kilómetros) conservado es obligado. Por ahí encontrarás a un buen número de turistas, siempre atentos a los «graffitis» que distintos artistas han plasmado en el muro.
La verdad es que no puedo imaginar como sería vivir «detrás de un muro» y el sufrimiento de familias y vecinos separados de la noche a la mañana. Yo observaba el muro entre la curiosidad histórica y la admiración que me produce el «arte callejero». Examinaba los murales que más me llamaban la atención y seguía paseando (en bicicleta) y me paraba en los murales que más me gustaban.
El repaso por las obras que todavía quedan es también un repaso por la historia de la ciudad y lo que significó la separación durante los 28 años de muro.