Nos vamos

Que hacer en Tokyo cuando llueve, nos vamos a Asakusa

Tercer día en Tokyo y amanece diluviando. Al frío ya nos estábamos acostumbrando, pero el tema de la lluvia es un poco más coñazo.

Lo primero desayunar, que se piensa mucho mejor con un café y unos bollos. Y visto que el tiempo ni mejora, y para de llover como si fuera el monzón en el sudeste asiático, pues nada, a aprovechar un poco de relax y a leer -somos de leer bastante en los viajes-.

Aprovechamos para ver la zona de Asakusa, donde está nuestro hostel, ya que hace tan malo, preferimos no alejarnos mucho y aprovechar para ver lo que tenemos cerca, además, es una zona con mucho interés, está uno de los templos más interesantes de Tokyo, ‘Shensho-Ji’, el parque de Ueno y una zona de comercio y callejuelas muy interesante.

Típica imagen en Tokyo con el paraguas en la boci.

Teléfonos móviles y paraguas, lo básico para salir a la calle.

Comercios de hostelería en Asakusa

Callejeando por Asakusa

Nos adentramos en las callejuelas de Asakusa, hay muchas calles con puestos fuera de las tiendas, casi todas son de útiles de hostelería, es bastante curioso, vemos tiendas de platos preparados de cera que compran los restaurantes para sus escaparates para que podamos ver la comida antes de pedirla, mil y un instrumentos y útiles de cocina, palillos para comer, cuencos, piezas de sushi de porcelana, vamos, de todo.

Aprovechamos la hora para comer en un puesto de ramen que gestionan unos señores que se ‘descojonaban’ cuando nosotros intentábamos hablar algo de Japonés…. Creo que fue el cuenco de ramen más barato de todo el viaje, 390¥ por plato.

Ramen o Udon, la comida básica en casi todo nuestro viaje. DELICIOSO!!!

Se me daba genial. Yo he nacido para esto.

Después de comer, parece que llueve menos, aprovechamos para ver el templo de Shensho-Ji, o también llamado el templo del farolillo gigante. Todos los templos Sintoistas tienen este farolillo rojo a su entrada, pero en este templo es más grande de lo habitual, al menos de las ciudades que visitamos en nuestro viaje.

Ruth y yo en la entrada del templo Shensho-Ji

Entrada del templo Shensho-Ji

Y por la noche, en la misma zona de Asakusa descubrimos la calle de los Izakayas. Un Izakaya es como un pub, es el sitio donde los Japoneses van a beber. Sirven también comida, pero la estampa típica es la de japoneses trajeados con la corbata suelta que han salido de trabajar y van a un Izakaya a beber hasta no poder más en la mayoría de los casos.

En algunos Izakayas no dejaban entrar extranjeros, cosa que no entendemos, porque con el precio de la cerveza, les merece bastante la pena dejarnos entrar.

Al final, entramos en uno que había bastante ambiente, mucha gente tomando cerveza, comiendo raciones y hablando en Japonés :D. Al final nos pedimos unas cervezas Sapporo que salen a precio de whisky de 15 años, nos ponen unas tapas de calamares (que al final vemos que no son gratis), Tori (brocheta de pollo) y Buta Bara (brocheta de cerdo).

Y ya de retirada hacia el hostel, parada en un supermercado para comprar los típicos noodles preparados para cualquier urgencia en la habitación y algo de zumo de naranja y galletas para los desayunos, que en las cafeterías son carísimos.

Raciones en un Izakaya. Joder que cara es la comida.

Zona de Izakayas en Asakusa

 

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