El Wat tham suea o templo de la cueva del tigre se encuentra al aire libre, de entrada gratuita y que como el templo de la boca del dragón, también ayuda a poner el culito duro.
Cómo los anteriores también se encuentra a unos 15km del centro de Kanchanaburi, se encuentra fácilmente y merece la pena visitarlo. Es conocido por su Buda de 18m de altura y por las más de 200 escaleras de acceso y no se cuantas más para subir a la pagoda. También os diré, que aunque nosotros subimos andando, hay un «tren cremallera» de esos que suben por raíles que por 10 bath te deja arriba totalmente descansado.
Según se sube, lo primero que nos llama la atención es el enorme buda dorado, una de las primeras cosas que iréis a ver y fotografiar, pero a su izquierda hay una preciosa pagoda de varios niveles a la que se puede acceder e incluso subir, no esperéis tener buenas vistas, en todas las ventanas hay una escultura de Buda, pero así todo merece la pena subir, en el nivel superior hay un pequeño santuario. Eso si, preparaos para subir escaleras durante un rato.
También tenéis que aprovechar las vistas que hay detrás del Buda gigante, tendréis una preciosa panorámica sobre el valle y sus arrozales.