Estamos en Kanchanaburi, nuestra primera parada al salir de Bangkok. A unos 15km desde el centro de Kanchanaburi tenemos varios templos interesantes que visitar, os los iremos enseñando poco a poco, el primero es el Wat Ban Tham, el templo de la boca del dragón.
Es todo un espectáculo verlo desde la carretera, un dragón multicolor que sale de la montaña y que te mira deseoso desde lo alto. No teníamos pensado parar, pero al ver que se podía subir, no solo hasta el dragón, sino hasta la pagoda que están construyendo en la cima, paramos y fuimos a investigar un poco.
WAT es un templo monasterio de las regiones de Camboya, Laos y Tailandia. Lapalabra wat (en tailandés, วัด) significa «colegio» o «escuela».
Lo primero que tenéis que hacer es comprar una botella de agua fresca, os hará falta.Llegar hasta la cima -con la pagoda en construcción- os llevará unos 20 o 30 minutos subiendo escaleras, el tiempo depende de los descansos que tengáis que hacer, pero os ayudará a endurecer un poco el culo 😉 .
Al entrar por la boca del dragón ( mola mucho) continuamos subiendo escaleras con unas pinturas con escenas de un poema del folclore Tailandés, Khun Chang Khun Phaen.
Al salir del dragón, tenemos la primera vista sobre la zona del templo y el río Mae Klong, a medida que subimos la vista mejorará. En este punto es donde accedemos al templo que está en una cueva en la montaña, os dirán que dejéis el calzado fuera -aunque os recomiendo que lo llevéis en la mano, os hará falta después-.
Al salir del templo, vais a tener que está un buen rato andando por la montaña para llegar hasta la cima, así que si habéis dejado vuestro calzado abajo, os dejarán unas chanchas de cada padre para que sigáis subiendo, mucho mejor subir con el vuestro 😉
El camino hasta la cima está perfectamente marcado y con escaleras más o menos buenas, pero la subida es cómoda, aunque cansada. Hay un par de miradores intermedios que también son pequeños santuarios -acordaros de descalzaros para entrar- en los que podéis descansar tranquilamente y admirar las vistas.
Unos simpáticos trabajadores que están construyendo la pagoda en la cima, en ese momento -una del mediodía- estaban descansando, son las horas de más calor. Me dijeron sus nombres, pero si no los escribo en el momento soy incapaz de recordar cualquier nombre Tailandés. Eso sí, me dijeron claramente que las «spain, woman, pretty…» 😀
Lo mejor después de la paliza que supone subir hasta la cima con las temperaturas actuales es la recompensa de las vistas. Se puede ver desde la ciudad de Kanchanaburi a la izquierda, el río Mae Klong, hasta la zona de templos de Wat Tham Suea a unos kilómetros. Merece mucho la pena subir, aunque la pagoda de la cima esté en obras.