Chiang Rai es una pequeña ciudad al norte de Tailandia en la que todos los fines de semana se ponen en sus dos calles principales (una el sábado y otra el domingo) un enorme mercado callejero con miles -sí, miles- de puestos de artesanía, ropa, recuerdos y comida.
Puedes pasarte horas paseando por dentro del mercado a lo largo de la calle principal, encontrarás desde camisetas, fundas para el móvil o sushi por 5 baths (0,12 €) la pieza.
Pero lo mejor es sin duda que al caer la noche, en una plaza al final del recorrido del mercado se concentran otros tantos cientos de puestos solamente de comida. Arroz, noodles, brochetas de supuesta carne de cocodrilo, más sushi, buffets, más arroz y noodles, kao soi, insectos -se los comen por bolsas cómo si fueran pipas-, verduras de mil formas, cortezas de cerdo fritas, deliciosos y mil ‘delicatessen’ tailandesas, todo riquísimo.
Junto a los puestos de comida hay una pequeña plaza con cientos de mesas en las que puedes cenar lo comprado en los puestos mientras ves un espectáculo de música local -una verbena en toda regla- y algún que otro baile típico, a mi me recordaba a una ‘conga’ a lo bestia. Incluso te lo puedes pasar muy bien si, como Ruth, te animas a unirte al baile.
Además de este espectacular mercado, todas las noches está el Mercado nocturno de Chiang Rai, lleno de puestos de artesanía hecha a mano y puestos de comida, es una pequeña plaza con música en directo y mesas para poder disfrutar de una rica cena y espectáculo.