El Mausoleo de Fátima fue construido en honor de la hermana del octavo imán de los chiitas: Fátima al-Masuma (“La sin mancha”), que murió en el año 816. Qom es la segunda ciudad sagrada de Irán después de Massad.
El Sagrado Mausoleo de Hazrat-e Massoumeh se encuentra en el centro de la ciudad. La superficie del recinto sagrado con sus galerías, tres patios y mas las tres mezquitas, ocupa en total una superficie de 38.000 metros cuadrados. Destacan los dos minaretes entre los que se ve la cúpula que cubre el mausoleo cubierta de oro, que mide 4 metros de alto.
La primera vez que tuve que entrar por una puerta separada de Juanjo e Iñigo (los que hicimos este viaje) y ponerme un chador (al menos no era negro) fue para entrar en este mausoleo. Impresiona y desagrada, pero ya sabía a lo que iba a Irán y era mayor la curiosidad por entrar y verlo. El sacrificio mereció la pena.
Enseguida nos mezclamos entre la gente y pudimos observar un «espectáculo». No teníamos ningún acceso restringido, y estábamos allí como cualquier musulmán. Esto era raro para nosotros, en Marruecos, por ejemplo, no puedes acceder a las mezquitas. Aquí teníamos acceso total. Era jueves y comenzaba el Muharram y aquello era increíble.
Cientos de personas (con seguridad miles, pero si lo pongo parezco exagerada) estaban allí, rezando. En el patio central, mujeres con el chador negro rezando. Los hombres en otras dependencias. Me recordaba un poco a aquello que presencié en el muro de las lamentaciones con los judios un viernes noches preludio del sabbath. Hoy era preludio del viernes, día festivo para los musulmanes. Sí, los cristianos en domingo. No nos ponemos de acuerdo ni en el día de descanso.
Estuvimos dentro observando todo y salimos de la mezquita hacia la plaza. Dimos un paseo y tomamos té, gracias a un vendedor ambulante.